La segunda semana de rotatorio ya ha comenzado, y
poco a poco me voy ubicando más en la nueva unidad. Conozco más de cerca los
cuidados que se le proporcionan a los pacientes, el funcionamiento de la
unidad, el aparataje que se emplea, etc., aunque sé que aún me queda mucho por
aprender y esta unidad puede ofrecerme muchos conocimientos.
Hoy hablaré de J.L., paciente de 51 años que acude
a urgencias el día 6 de Enero por disnea de esfuerzo que cede en reposo de dos
semanas de evolución. Una vez en el hospital sufre una parada respiratoria más
bradicardia extrema, por lo que se intuba al paciente y se remite a la Unidad
de Cuidados Intensivos.
Como antecedentes, este paciente tiene un hábito
enólico y tabáquico importante. Presenta Fibrilación auricular controlada con
medicación, miocardiopatía dilatada e insuficiencia cardiaca, EPOC y
hepatopatía crónica enólica. Presenta también anasarca producida por las
patologías anteriores.
Debido a los antecedentes de este paciente es muy
importante conocer la volemia, y para ello, se utiliza la medición de la
Presión Venosa Central. No basta con realizar un balance estricto de entradas y
salidas para conocer la volemia, es necesario ir más allá, por lo que se debe
emplear esta forma de medida para garantizar una monitorización hemodinámica
adecuada.
La Presión Venosa Central se emplea para medir la
presión en la aurícula derecha, conocer la precarga o el volumen existente,
refleja la función del corazón derecho, está relacionada con el retorno
sanguíneo y la capacidad de bombeo del ventrículo izquierdo, y ayuda a valorar
la hipo o hipervolemia.
Su medición se realiza a través de una vía central
(ya que la punta del catéter de esta se aloja en la aurícula derecha), que se
conecta a un transductor que a la vez está conectado al monitor, que refleja
los valores de la Presión Venosa Central que tiene el paciente.
Es muy importante colocar el transductor en el eje
flebostático del paciente (entre el cuarto y quinto espacio intercostal de la
línea media axilar), o en su defecto para comodidad de este, en el brazo,
dejándolo a la altura de este eje. Este lugar es el de elección para la
colocación del transductor, ya que se encuentra al mismo nivel que la aurícula
derecha.
Antes de medir la Presión Venosa Central es muy
importante igualar la presión del transductor con la presión atmosférica (lo
que se conoce vulgarmente como ponerlo a cero), para ello sólo se necesita que
el transductor entre en contacto con la atmósfera. Una vez se tenga la presión
a cero tan solo hay que abrir la llave de tres pasos de la vía central conectando
al paciente con el sistema de medición
de la Presión Venosa Central (previamente debe estar conectado el sistema de
PVC a la luz distal de la vía central).
Gracias a los sistemas que existen en esta unidad
únicamente basta con realizar esta acción y automáticamente las cifras de la
Presión Venosa Central son enviadas al monitor, que las muestra al instante. Con
este sistema no es necesario el manómetro de agua conectado al suero
fisiológico para obtener la presión.
Este sistema de medida me parece más fiable y
preciso, a la vez que rápido, ya que simplemente con conectar al paciente al sistema
de PVC, se obtienen automáticamente unas cifras de presión en el monitor.
La monitorización continua en estos pacientes en
estado inestable es muy importante, ya que necesitamos conocer con precisión
todos los cambios que se puedan dar a nivel orgánico para así poder
proporcionar un tratamiento y unos cuidados adecuados.
Bibliografía
- Monitorización de la presión venosa central [en línea]. [Acceso el 14 de Enero de 2013]. Disponible en: http://www.pisa.com.mx/publicidad/portal/enfermeria/manual/4_1_5.htm
- Presión venosa centra. Técnicas [en línea]. [Acceso el 14 de Enero de 2013]. Disponible en: http://www.enferurg.com/tecnicas/pvc.htm
- Medición de la presión venosa central [en línea]. [Acceso el 14 de Enero de 2013]. Disponible en: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/anestesiologia/presion_venosa_central.pdf
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