La primera semana de
rotatorio ha finalizado, y con ella cientos de cosas nuevas que he podido ver y
aprender. Pese a la gran dificultad de esta unidad, poco a poco voy adaptándome
más a ella, y entendiendo más el funcionamiento de esta y los cuidados que se
le proporcionan a los pacientes.
Desde el día en que
llegué a esta unidad, R., paciente de 70 años, se encontraba ahí ingresada debido a que sufrió un
SCACEST (Síndrome Coronario Agudo con elevación del ST) afectando a la zona
inferior y lateral del corazón. Durante su ingreso sufrió también un Accidente
Cerebrovascular produciendo una afasia en la paciente que le imposibilitaba
hablar de una forma comprensible.
Se decidió canalizar una
vía central a esta paciente para medir la Presión Venosa Central y con ello
conocer la precarga y el volumen existente, y con ello monitorizar la volemia, ya que a esta paciente se le administraba
Furosemida 10 mg cada 12 horas y el volumen de las diuresis forzadas era
escaso, por lo que se decidió aumentar la dosis de este fármaco a 20 mg.
Una vía central consiste
en la colocación de un catéter en la aurícula derecha, a través de una vena
central, como son la vena subclavia, la yugular o la femoral. Esta vía está indicada para la monitorización hemodinámica
(mediante la medición de la Presión Venosa Central), como acceso vascular
cuando el acceso periférico no es posible, para la administración de sustancias
vasoactivas o tóxicos irritantes como son drogas vasoactivas, nutrición
parenteral o quimioterapia, o para procedimientos radiológicos y terapéuticos
como la instalación de marcapasos transitorio o hemodiálisis. La realización de
esta técnica debe ser de forma estéril durante todo su proceso.
En este caso, a esta
paciente se le canalizó la vía en la vena subclavia. Esta vena es la de
elección a la hora de canalizar una vía central, ya que tiene buen flujo, es cómoda
para el paciente, existe poco riesgo de infección y es fácil de fijar y curar,
por lo tanto estas ventajas son las que la hacen la vía de elección frente a
otras vías venosas.
La vena yugular interna
es de fácil abordaje, ofreciendo un acceso directo a la vena cava superior,
pero no está indicada para largos periodos de tiempo ya que es incómoda para el
paciente y dificulta los cuidados, lo que hace que el riesgo de infección sea
mayor en relación a la subclavia.
En cuanto a la vena
femoral, tiene muy buen flujo, es de fácil compresión y de fácil acceso en
maniobras de RCP, pero por el contrario es de difícil acceso a las cavidades
cardiacas, no permite la movilidad del paciente y presenta una alta incidencia
de infección y tromboflebitis.
Lo primero que se debe
hacer antes de comenzar con la realización de la técnica es informar al
paciente sobre lo que se le va a realizar. Seguidamente se debe preparar la
piel de la zona desinfectándola con antisépticos, y posteriormente se prepara
el campo estéril con todo el material necesario para la intervención.
Es muy importante colocar
al paciente en la posición correcta, en este caso, la vena elegida es la
subclavia por lo que se debe colocar la paciente en posición de Trendelenburg y
la cabeza debe estar girada hacia el lado contrario de la punción.
Una vez esté identificada
la zona de punción anatómicamente, se anestesia la zona con anestésico local y
se procede a la punción y la canalización de la vena (la punción se realiza con
la aguja conectada a una jeringa y aspirando). Una vez entre sangre en la
jeringa se procede a introducir la guía metálica y la retirada de la aguja de
punción. Una vez retirada la aguja se introduce a través de la guía un
dilatador, que posteriormente se retirará. Una vez dilatado el trayecto, se
inserta el catéter a través de la guía avanzando unos 15-20 cm. Una vez
introducido el catéter se retira la guía metálica y se debe comprobar la
correcta canalización mediante el retorno de sangre por las vías del catéter, y
se irrigan con suero fisiológico. Finalmente se debe fijar el catéter con
puntos de seda en la zona de inserción, cubriéndola con un apósito, y se debe
comprobar radiológicamente la correcta posición de la punta del catéter y
descartar un posible neumotórax.
Una vez finalizada la
canalización de la vía central, se puede proceder, en el caso de esta paciente,
a realizar la medición de la Presión Venosa Central.
Bibliografía
- Bugedo G, Castillo L. Cateterización venosa central y accesos vasculares. En: Medicina Intensiva [libro en Internet]. [Acceso 11 de Enero de 2013]. Disponible en: http://escuela.med.puc.cl/deptos/intensivo/librointensivo/capitulos/cap13.pdf
- Cateterización de vía venosa central. [Acceso 11 de Enero de 2013]. Disponible en: http://www.oc.lm.ehu.es/Fundamentos/fundamentos/TecnicasCM/Via%20venosa%20central.pdf
- Alan S. Graham, M.D., Caroline Ozment, M.D., Ken Tegtmeyer, M.D., Susanna Lai, M.P.H., and Dana A.V. Cómo se coloca una vía central. En: Central Venous Catheterization [libro en Internet]. Oregon: Oregon Health and Science University. [Acceso 11 de Enero de 2013]. Disponible en: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=49894
- Dres. Braner DA, Lai S, Scott Eman, BS, et al. Canalización central a través de la vena subclavia. [Libro en Internet]. [Acceso 11 de Enero de 2013]. Disponible en: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=58712
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